miércoles, 18 de enero de 2012

1RA TRANSMISIÓN

Esto trata simplemente de nostalgia, affidamento y libre circulación de la buena escritura libertaria en trance. Es una amiga la que escribe.. De su pluma vuelvo a un amor profundo que siento por algunas cosas en la vida... Con su pluma me permito deslizarme por las contradicciones de un enero de victoria por allá a mediados del siglo pasado... Aquí hay nostalgia por las distancias, las diferencias y las rebeliones.... hay affidamento en mostrarme gracias a una hermana de la vida... y es de libre circulación para que se emocionen y lloren de alegría... Aquí está la Marciana transmitiendo un pueblo..


Cuba, donde el mundo apenas comienza… y a los mayas, se les pasó.
Abro mis dos puertas. Por una me comunico con la quietud y la calma de la ropa colgada en los alambres que cruzan -de par en par- montones de colores y variedad de formas y cortes, con la otra me comunico con el viento impositivo que entra sin permiso más que el impulso que lleva consigo y que mueve las palmeras reales que acompañan el paisaje de la ciudad.
                                                                               
La Habana, significa pararse en una esquina apuntar con el dedo el lado de la ciudad hacía el que vas para así poder parar y tomar el almendrón, recorrer las calles de casas con columnas al mejor estilo romano, despintadas, de fachadas dejadas-olvidadas, envejecidas por su historia, con gentes vestidas totalmente de blanco que tienen hecho el santo, con hombres de pelo cuadrado y parado en la mitad de sus cabezas, y engominados al mejor estilo de lo que llaman el yonqui; es cruzar la calle mientras miras aquellos grandes carteles que tienen imágenes del Che y de Fidel de las viejas épocas del 59, y que comunican: “Enero de victoria”, pensando en tu mente: “así es… de victoria”. Es caminar por la acera del hotel “Habana Libre” con su bandera cubana colgada y ver los tres cuartos sin vidrios donde se hospedaba Fidel, mientras la gente hace largas filas y pregunta ¿quién es la última persona? todo por una “ensalada” de helado en Coppelia, mientras lentamente aparece ante tus ojos la mar y su malecón. Las mujeres te dicen niña, mija chiquita o muchachita, mientras recibes los rayos del sol y los piropos de los hombres que murmuran o te dicen en voz alta linda o te desean felicidad… y que para nada te disgustan.

Vivir a lo cubano es sinónimo de música en las esquinas de la Habana vieja, de olor a tabaco en todo lugar, de gente fumando sin restricción, de moneda nacional o moneda en divisa, de periodos especiales que han pasado a hacer parte de la memoria colectiva pero que han dejado por resultado personas de una calidad sin igual; de humildad y orgullo. De gente candela. Y de ron habana club en las noches de fin de semana.

Vivir como habanero, no es solo botella de ron, tabaco, habano y chicas por doquier, es vivir de manera sencilla, estableciendo los tiempos, corriendo solo cuando el almendrón llega, o cuando la guagua se va. Es hablar del todo y de la nada, de lo que se tiene y de lo que no, de la política y de lo político. Es escuchar las voces que dicen gracias a Fidel, o los otros que mencionan como ídolo al Che. Vivir a lo cubano, no es comer únicamente “beans and raice” es también comer tortillas, pizzas, pan perro, pan mostaza, pan hambulguesa (jajajaja), es endulzar con dos o tres cucharadas de azuquita el café con chícharo, el té, el yogurt o cualquier tipo de bebida de por si ya bastante endulzada. Significa ser doblemente dulce con la vida y con la bebida.

Es escuchar a las gentes no mencionar la RR de horror, terror o de temor(r), sino que es escucharlas decir amol, Oh pol dios o mielda… (jajajajaja). Es salir a la bodega con la libreta en mano por la ración alimentaria que para casi todos no alcanza, y visitar en la tarde de sábado la plaza de mercado “Cuatro Caminos” para encontrarse con los yerberos y yeberas con formulas mágicas de vida y comprar finalmente una fruta bomba (papaya) a 24 pesos nacionales... es ver un programa en la televisión nacional sobre Colombia y que Gilbert solo repita “Colombia un país de colores y de eterna primavera”, para que en la siguiente semana finalice con: “el segundo país exportador de café” (jajajaja). Y sobretodo, es visitar La Habana vieja y que te digan aquí en “Floridita” tomaba Hemingey, su daiquirí, y aquí en “La bodeguita del medio”, su mojito, y aquí en el hotel “Ambos mundos” tenía su cuarto preferido, y encontrarse con la foto de él y Fidel. Y reír con una mexicana que en vez de decir “órale guey” ahora dice: “órale heminguey” (jajajajajaja…)

Vivir a lo cubano, es bañarse todos los días con agua calentada con ollas en la estufa pese al calor del sol y que la abuela te diga: “niñaaaa agua fría, ni porque estuviéramos en la sierra, ni porque fuéramos una aldea!” (jajajajaja); es que la gente se enteré todos los días de cómo va a estar la temperatura de ese día, y te digan: “hoy entra un frente frío del norte”, y te preguntes pero y el coco, las palmeras, las maraquitas, la playa y el mojito?¿? (jajajajaja); es estar en la ceremonia de los 284 años de la fundación del Universidad de la Habana (tercera universidad fundada en Latinoamérica), y te percates que en el discurso de Eusebio Leal se repita más de 2 o 3 veces la palabra revolución y revolucionarios, no sólo como comúnmente la pensamos, sino en todas sus abyecciones; es creer o no creer en el concejo de las letras de los Obatalás que cada año hacen sus predicciones y que la gente te diga por la calle: “oye cómprate una flor blanca para tu fortuna” y así no creas, te la compres, porque al final, siempre crees; es sencillamente, sentarse en el cuarto de una santera que entra en trance y su espíritu guía le dice todo sobre ti, te presente en medio de descripciones exactas quién es tu espíritu, te diga todo lo de tu pasado y presente, y te haga sentir que la energía se apodera de ti, al punto de que no te puedas mover porque tu cuerpo esta más pesado de lo normal, y vuelvas a creer así sigas diciendo lo contrario.

Vivir a lo habanero, es llegar a casa y comer tarde muy tarde en la noche, arroz con gri, viandas y por supuesto, cerdo; es bañarse con cubetas o totuma porque el agua es reducida; es conectarse piratamente a internet desde donde se pueda y no puedas entrar a youtube o grooveshark para mandar o ver un vídeo o canción que te envían tus seres amados y que amas; es que te paguen tu trabajo con moneda nacional y lo más costoso del mercado esté en moneda de divisa; es explicarle a todo el que llega qué ha pasado con el bloqueo y pedir la liberación de los 5 ante Obama, sabiendo que Florida esta sólo a 90 millas frente al malecón. Vivir en la Habana, es saber que las drogas tienen mucho control, que no encuentras marihuana fácilmente, y que menos, la entras; es ver a los que dicen “freaks” (hippies, emos, punks y alternativos) tocando guitarra en el parque G hasta altas horas de la noche porque no tienen “ni un kilo” para ir a una disco; es ir al teatro a ver una obra que se llama “Retratos de un hombre al desnudo” y encontrarte que es una obra gay con asistentes homosexuales y que en las calles el común los llamen maricones o maricón; es retirarse del partido -en otra época- por ser castigada por ponerle unos implantes de mamas a una persona transexual, queriendo hacer sólo ciencia sin política y darse cuenta que son lo mismo. Es identificar que las mujeres aún no saben bien que es ser feminista y que por más que intentes explicarles, es difícil convencerlas, pero que ellas se queden aterradas con la noticia de que el aborto en Colombia es despenalizado sólo en tres oportunidades y no en toda ocasión.

Vivir a lo cubano, es que siempre tengas presente que tu educación y salud son gratis, y que él no quiera seguir estudiando es porque sencillamente no quiere y no porque no pueda; es saber que la sociedad envejece porque los jóvenes no tienen como proyecto en su vida un bebé y muchos te pregunten si terminas de estudiar -y si eres cubano-, si te quedas o te vas; es decirle al extranjero “yuma” y que le traten de venderte las cosas por encima de su precio real; es reconocer que el cubano habla más de un idioma y que el guajiro es el campesino de la provincia que puede estudiar en la noche o a distancia; es conocer que los orientales, que son los de Santiago de Cuba, por donde entraron Fidel y sus 84 hombres el 31 de diciembre, son los más revolucionarios… es… tener por vecino un gato blanco con negro que te visita por las noches y maúlla y rasguña tus puertas para que le abras… y él pueda escarbar tu basura en búsqueda de algo que le alimente, porque la comida para él o para los perros, es un privilegio; es tener varios maestros y maestros del reguetton que todos los días te ponen al máximo volumen “Los Desiguales” o al “Príncipe” y que tu ya puedas cantar junto a ellos, porque por lo menos te sabes los coros, por más que tengas tu cara de intelectual, de enciclopedia. Es esperar el último álbum de “Los Aldeanos” que cantan contra el régimen socialista y donde uno de los cantantes es uno de los hijos de Silvio Rodríguez y sepas que por más que estén en contra, se rehusaron a hablar de su posición frente a la situación política de Cuba en un programa estadounidense porque sencillamente, “los trapitos sucios se lavan en casa.”

Es decirle a tus amigos: “En Cuba falta todo y no falta nada” porque no tienes nada pero lo tienes todo… es gritar junto a las trompetas de la banda de Raúl Paz, en el teatro Karl Marx: “HABANIZATION!!!”
Mis amados amigos, mis frens, mis panas, mis parceros, mis marklars, mis mañiños, este es un primer intento de cercanía hacía algunas fotografías que he vivivenciado, algunos collages audiovisuales que he y se me han reproducido. Espero que las cosas marchen y que enero se de victoria para cada uno. Que sepan que a cada uno lo quiero por lo que es, ha sido y seguirá siendo en mi vida. Que todo es cuestión de tiempo, paciencia, tranquilidad, sabiduría y por supuesto, humildad. Y sobretodo, que siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre siempre les deseo FELICIDAD.

BESOS AGIGANTADOS PARA VOCE´S Y SUS VOCES…. JAJAJAJAJAJAJA

 Por: Marciana Electroestática


domingo, 15 de enero de 2012

AGRADECIMIENTOS

La vida se llena de simplezas cada instante de brisa en las calles. Yo me siento agradecida, frente a un presente sin sentido y un futuro igual me siento afortunada. La escritura de este amanecer, es intención de gozar de mis privilegios: la bella humanidad que me acompaña. Les permito navegar ahora, por las olas literarias experimentales que abrieron mi proyecto de grado para optar por el título de Licenciada en Historia Feminista, o de Licenciada en Historia como dice el cartón. Corrijo y aclaro mi verdadero título profesional, no tengo otras intenciones. 



AGRADECIMIENTOS                                                  

Mi primer parto.
Portada.
Diseño: Nyb Bummoth
Fotografía: Emakunde Donna
Con esta metáfora del proceso reproductivo femenino, quisiera describir lo que ha significado para mí la elaboración de este trabajo. Estas palabras intentarán agradecer a todas las personas involucradas en este proceso de imaginación, creatividad y producción escrita; las cuales me llenaron de muchas historias, anécdotas, emociones, colores y sobre todo, de mucho ánimo para consolidar mi proyecto.

Esta iniciativa de reconstrucción histórica de la resistencia feminista en Cali incluye en este espacio de escritura libre, una propuesta de visibilización de las feministas que aún no se dan cuenta de que lo son, y no se percatan de la influencia que han tenido sobre mi y mi proceso de construcción como mujer feminista. También están aquí las madres simbólicas, que tengo un montón, y las feministas activistas.

Para la primera mujer que me enseñó de feminismo con su carácter, su corazón y su sensibilidad por el mundo: mi madre, Aura Rosa Acosta Fernández, “Rossy” como le gusta que le digan. A mi madre agradezco todo el amor, todo su sacrificio, toda su vida que me entregó como una de las pistas más importantes en mi camino por los senderos y los cielos feministas. Gracias madre por haber vuelto en el momento justo, en el momento preciso, gracias por salvarme la vida. Gracias por tu particular forma de ser feminista en este mundo.

A mi hermana, Marykler Sandoval Acosta. A “Kler” debo agradecer el haberme cuidado, debo agradecer la forma en que cree en mi, aún cuando piense que mi mundo es una eterna locura. Ella es feminista, no se ha dado cuenta, pero yo pienso que la rebeldía que lleva en su corazón la ha llevado a construir un hogar en el que sus sueños se están cumpliendo, que el amor que la acompaña hace más de 10 años, es el amor que se merece.

A los hombres de mi familia, mi padre Néstor Rafael Sandoval Villa, segunda generación de campesinos migrantes de Soledad, Atlántico; y mi hermano Néstor Enrique Sandoval Acosta, a ellos, les agradezco la compañía, la confianza, la resistencia y el apoyo económico que brindaron en todo momento. A mi padre en especial quiero agradecerle la calma que suele entregarme a diario con su particular forma de ser, y por enseñarme que los sueños, como él con su beisbol, son para toda la vida y te deben hacer feliz. A mi hermano, gracias por la libertad.

A mi abuela, la primera feminista de la familia, Cecilia Fernández, nunca casada, una sola hija, autónoma radical, eso ella me enseñó. A ella agradezco las historias de su vida, otras pistas importantes en esta trocha que a veces suele ser la vida.

Valentina Sandoval Ortiz, mi sobrina. A ella muchos besos y abrazos en la distancia. Gracias por las llamadas cargadas de pura ternura.

La vida nos llena de sorpresas siempre. El encanto del mundo me seduce constantemente y al caer presa de la contemplación deseo perderme en el éxtasis de saberme acompañada de mis amigas. A todas ellas una merecida dedicatoria y un ¡salud! por sus vidas. Quiero agradecerle a Melissa Saavedra Gil por las risas del primer encuentro, por el aguante de todos estos años y por contagiarme de unas ganas de vivir que traspasan todos los muros y las angustias del mundo. Deseo enormemente enviar un abrazo en agradecimiento a Isabel Cristina Giraldo Quijano, quien decidió acompañarme en el desconocido pero emocionante camino del feminismo; a ella debo agradecerle la compañía en los momentos más difíciles durante la escritura de este trabajo y durante los embates del patriarcado en la escritura de la vida. Gracias a Isabel he encontrado mucha tranquilidad para comprender las lógicas ilógicas de las relaciones sociales personales políticas. Espero, Isa, nos sigamos acompañando, aún en la distancia geográfica y política.

Entre las cómplices académicas debo agradecer a Rosa Helena Rodríguez Timaná, mi compañera durante la carrera y con quien compartí los primeros intereses de preguntarme por las mujeres en la historia nacional. Gracias Rosa por permitirme estar a tu lado, agradezco a la vida el juntarnos para conspirar desde el feminismo académico buscando a nuestra madres simbólicas en la historiografía feminista.

Hago un paréntesis mediano para incluir en estas líneas de celebración, a tres masculinidades contra-hegemónicas que me he encontrado en el camino de la historia y el feminismo. Con ellos las cosas no han sido más fáciles, pero si más esperanzadoras. Debo agradecer a Raúl Alfonso Platicón Caicedo, con quien en un inicio soñamos juntas las identidades femeninas afrodescendientes urbanas. Raúl, muchas gracias por acompañarme en la locura fascinante de encontrarnos con las colegas y los colegas latinoamericanos, gracias por escucharme una y otra vez durante el llanto con mi corazón en tus manos, gracias por la escritura experimental del 2003 y gracias por existir y permitirme conocerte en tu humanidad inmensamente sabia, humilde y honesta.

En la senda libertaria anti-autoritaria me encontré en la vida uno de los hombres más importantes para mi. Juan Camilo Pantoja García. Parcero, compañero de locos viajes en la liberación del mundo, de los pueblos, de la vida… a vos te agradezco todas las compañías, los sueños fanzineros, la constante compañía del anarquismo, la libertad inmediata, el fushi rebelde, las locas lecturas, los buenos porros y el intenso cariño y admiración. Salud y anarquía.

Desde el pro-feminismo práctico, encuentro la dicha de la pertenencia al mundo cuando logro conocerme en sinceridad y respeto con Harol Leder Valencia. Compañero, parcero, confidente, escucha incondicional para las encrucijadas de la vida,  la academia y la política. Gracias por los debates, por las compañías, por las ausencias y por ser un polo a tierra en medio de la tormenta. Harol, agradezco al infinito que me cubras siempre con tu razón cada que me quiero escapar de la cordura. Gracias por las compañías libertarias del 2004, gracias por las compañías distantes solidarias en le defensa de nuestra alma mater, gracias por volvernos a encontrar en el feminismo. Gracias por las esquiniadas reflexivas. Osasuná! Cierro el paréntesis.

Ahora quiero abrir el espacio de agradecimientos infinitos a mis amigas feministas, con las que comparto colectivos, conspiraciones, brebajes rebeldes, recetas de amor, lucha y libertad. Las que me enamoran, me llevan y me traen por distintos parajes del conocimiento y la lucha libertaria de las mujeres y los pueblos.  Quiero agradecer a la escritora beauvoiriana Ivonne Maritza Cáceres Villota. Gracias por erradicar los velos, gracias por la compañía, gracias por las iniciativas de alimentar el alma con el conocimiento feminista. A vos  Ivonne agradezco este nuevo lugar en el mundo, gracias por inspirarme y por ofrecer la seguridad y la confianza como los actos más valiosos en nuestra relación como feministas.
 Agradezco a Marcela Velázques Cuartas por estar siempre a  mi lado, por soñar despierta contra la corriente, por demostrarme a diario que otras vidas son posibles en la compañía femenina y por ser ejemplo de compromiso y verraquera. A Marcelita también agradezco las conspiraciones en la morada feminista, en las díadas cósmicas intergalácticas. Con ellas, quiero agradecer a todas las fulanas, menganas y perencejas por recibirme y permitirme soñar en colectivo. Fue alucinante!!!

Ahora, las radicales. A María Cecilia Paz agradezco la fuerza que me motiva a diario. Agradezco la compañía, las palabras, los regaños, los desafíos y cuestionamientos constantes que me llevan a preguntarme por lo innombrable e impertinente del patriarcado capitalista. Gracias por la incondicionalidad, por recibirme siempre con un abrazo y una sonrisa, por estar dispuesta a la libertad y a enseñarme a crecer en ella. Ella sabe que más cosas le agradezco…
A Carolina Narváez Martínez agradezco la confianza, el respeto, el crecimiento. Tu fortaleza me llena a diario para seguir confiada en la larga marcha de la resistencia feminista. Gracias por invitarme y dejarme quedar en tu morada. Gracias por todas las pistas sueltas.
A Yadira Vargas por los recibimientos cariñosos, por confiar en las mujeres y por seguir después de tanto tiempo en la resistencia por los derechos de las mujeres. Con ellas, agradezco a la Red Colombiana de Mujeres por los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos por invitarme al feminismo de la diferencia y radicalizar con amor y respeto nuestros sueños. ¡ABORTO LEGAL PARA NO MORIR!

Quiero agradecer de manera especial a las profesoras feministas que de una u otra forma acompañaron en distintos momentos la escritura del documento y sus encrucijadas mentales. Gracias a la profesora Gabriela Castellanos Llanos por interesarse en mí propuesta, gracias por confiar y por todos los aportes realizados, tanto en la teoría feminista como en el acompañamiento de la escritura y redacción. He aprendido muchísimo. Un enorme abrazo de gratitud a la profesora Olga Lucía Obando. Profesora, a usted debo agradecer demasiadas cosas que no puedo expresar en esta escritura, así que sólo diré que es una alegría enorme para mi el que el universo nos haya puesto en un mismo camino, es una gran pista en el complejo mapa de la vida feminista. Beso.
A la profesora Carmen Lucía Giraldo debo agradecerle su enorme interés en este proyecto, su disposición para la entrevista y el acompañamiento con las revistas. Muchas gracias por confiar. Agradezco la lectura del pre-proyecto a la profesora María Eugenia Ibarra. Hubiera querido encontrarle antes como profesora nombrada en la institucionalidad univalluna, hubiera sido mucho más emocionante compartir mi estancia por la universidad de la mano de académicas tan valientes como usted. A la profesora Nancy Motta agradezco creer durante mi formación en la perspectiva de género feminista y además, la posibilidad de trabajar en el Centro de Estudios de Género, Mujer y Sociedad, un sueño perseguido con mucho cariño y entusiasmo. Gracias también a Judith González por permitirme hacer realidad este sueño….

Quiero ahora hacer un pequeño reconocimiento a las voces que permitieron la construcción de esta historia. Gracias a Blanca Díaz Monís por su disposición para la entrevista. Gracias a Martha Quintero por la entrevista y por facilitar el archivo privado del Grupo Amplio por la Liberación de la Mujer; gracias a Aura María Jaramillo, a quién tuve que aplicar dos veces el instrumento por un boicot de la tecnología; gracias a Sandra Erika Gómez quien sacó un tiempo en medio de sus múltiples ocupaciones; gracias a María Teresa Arizabaleta por el sentimiento de su relato, gracias a Flor Alba Trujillo y todos los obsequios que me compartió en su apartamento; y gracias a Ana Isabel Arenas por su maravillosa entrevista, por su fascinación sobre el proyecto y por recibirme con tanto cariño en su casa en Bogotá en una visita un poco improvisada. Gracias también a las que no quisieron y/o no pudieron brindarme la entrevista.

En el mundo he conocido directa e indirectamente a muchas mujeres que me han formado en este corto pero importante camino de construcción de mi sujeta mujer feminista. También he vivido experiencias de la vida cotidiana que me llevan a la reflexión constante. Por eso ahora quiero pasar rápidamente, con una escritura experimental, por aquellas mujeres y situaciones que me construyen cotidiana y constantemente: gracias al barrio, a Simone, a Luna, a Lagarde, a Zetkin, a las amigas feministas de otras ciudades y países, gracias a mis amigas del colegio por su compañerismo, gracias a los parceros del barrio por las locuras de la calle, gracias al fushi de domingo choladesco por la calle quinta de Cali, gracias por las jornadas libertarias, por los eventos del Partido, gracias al Deportivo Cali y a la barra el Frente Radical Verdiblanco, escenario donde me reconcilio con lo masculino que me habita; gracias a las bibliotecas de la ciudad, a Pinkola, a la Hagen, a la Andrea, a la Puello, a las chikas de las lomas de Bogotá, a Lila, a Storni, a Pizarnik, a Ramona, a las voces insurgentes de las sufragistas de principio de siglo, a los fanzines anarquistas, a los viajes improvisados a la playa, a la montaña, a la selva, a Lacandona, gracias el helado de maní de la vuelta de mi casa, gracias a todos los amores: Yui, Tavo, Cami, Pepa, Lina, Emiliano Camilo…..

Gracias a univalle por la chispa, gracias a banderas, a las momias, a mis amigos y amigas artistas, gracias a todos los camilos, gracias a la protesta estudiantil, gracias a los maos, al marxismo, gracias a la central y sus alimentos, gracias a mi equipo de rugby, gracias al kung-fu y al microfútbol, al beisbol, gracias a la natación. Gracias a las audiciones, a los plantones, a las marchas. Gracias a las ollas comunitarias y al sindicato. Gracias a las patchankas zudakas, gracias a la escritura libre de los sueños fanzineros facinerosos, gracias a las féminas.

Quiero agradecer a todas las personas, todas las situaciones y espacios-tiempos que he conocido y atravesado a mis 24 años de edad. Me siento dichosa con lo que he hecho, construido y ofrecido al mundo.

Que vivan las mujeres!!!

 Pd: después de la escritura de este trabajo, el Sindicato de Ideas Feministas me ha concedido una licencia de un par de años para recuperarme. Nos vemos cuando nos veamos.