Quiero agradecer a todas ustedes, la bella humanidad que me rodea y las mejores enseñanzas que dejan perderme y volverme a encontrar. Por supuesto siempre celebro con mi familia, como raíz, como puerto de partida, como empujón al subir la loma, como abrazo cálido bajo la lluvia y como beso de amor sincero. Esta existencia parte de ustedes, de la fuerza de su protección, de su cuidado, de permanecer a mi lado aún cuando la marea se agita y yo enfurezca con ella.
Estos 25 años y una semana de existencia han sido reflexivos. Ante azares de responsabilidad adulta no había tenido tiempo para escribir; más en cada paisaje del Valle verde y montañoso de este habitad tropical trataba de edificar ¼ propio por momentos. Aquella metáfora estratégica que utilizamos las feministas para volver a sí, para ser creativas en la autonomía y ser libres, se me antoja por estos días como un estímulo para valorar el pasado, mi presente y la magia de soñar en un futuro poco común. Además de celebrar mi primer ¼ de siglo en esta frecuencia demencial….
Hasta el momento creo que cuento con una suerte, una magia y un destino bastante particular. Muchas personas llegaron y se fueron, muchos objetos tengo que he comprado, que me han regalado y que me he encontrado. Muchos he dejado que partan. Muchas personas también se quedaron, sobre todo las amigas, bellezas de todos los tiempos y de todos los colores. Por supuesto soy, estoy y hago parte por las mujeres.
Todo el sentido de mi mundo lo brindan las experiencias del contacto humano. Las lógicas con las que mi corazón late y mi mente piensa y sueña provienen de habitar este mundo con todas y todos ustedes. Agradezco la existencia, el juntarnos, el partir, el reír, el conflicto, la negociación y la libertad.
Espero poderles ver y tenerles cerca, aún en distancias geográficas, porque son una parte importante de la bio-cartografía que voy construyendo a diario con mis decisiones y sus consejos. Siento que voy despacio, un nuevo ritmo que he adoptado desde hace poco; voy guardando más silencio pero no menos rebelde; voy siendo más prudente y esperando el momento preciso. Así he crecido. De modo que esperaré a que múltiples encuentros se presenten en lo que queda por caminar, en los puentes que quedan por cruzar, en las alturas por volar, en las risas por compartir, en los dolores por sanar; en las aventuras y desventuras… tengan en cuenta que siempre estaré por allí.
25 años y una semana de existencia que me hacen feliz, nostálgica, llena de vida, amor y fortaleza. Con las mismas energías libertarias de cuando tenía 15 años y una semana de existencia.
Chévere!
